jueves, 25 de febrero de 2021

El “Factor” riesgo en los Sistemas de Gestión de Calidad (por Daniel Blanco)

Desde finales de 2015 y con la “llegada” de la última versión de la norma 9001 los Sistemas de Gestión de Calidad se han visto “abocados” a considerar la evaluación del riesgo dentro de su dinámica de procesos.


Este parámetro no es nuevo para todos los que ejercemos trabajos de consultoría o responsabilidad en Sistemas de Gestión, si bien su “consideración” se encontraba “diluida” dentro del concepto de acción preventiva y más claramente en la dinámica de análisis de las causas y factores principales de las no conformidades. 


Por otro lado aquellos que teníamos conocimientos de dinámicas de prevención de riesgos laborales, ya veníamos considerando en la adopción de planes y actuaciones relacionadas con esta sistemática, donde el carácter preventivo y mitigador de peligros es un axioma principal. 


La “entrada” del principio basado en riesgos ha conllevado una modificación de “fuerte calado” en la gestión de las actuaciones que acompañan a los Sistemas de Gestión. 


En primer lugar los “sucesos” controlados y que pueden afectar al desarrollo del trabajo de las organizaciones deben ser valorados des el “prisma” del análisis de riesgos. Como consecuencia de este particular, las diversas opciones que pueden adoptar las empresas dentro de su estrategia empresarial, y que supongan un “calado” relevante, deben considerar y valorar el impacto que dichos sucesos pueden “suponer” en su futuro empresarial. 


Como segundo punto, y teniendo en cuenta la “apertura del punto” de vista de los Sistemas de Gestión al medio ambiente que rodea a la entidad y la necesidad de la consideración de los requisitos de sus grupos de interés, han provocado la necesidad de analizar esta información junto con los datos de la evolución de los propios procesos de la empresa que ya venía siendo suministrados por los propios Sistemas de Gestión. 


El tercer “escalón”, vía requisito de la propia norma de gestión, conlleva a las empresas, y principalmente a sus líderes, a considerar una valoración ordenada y programada del impacto (para el caso de riesgos) o la potencial ventaja competitiva (para las posibles oportunidades) de los aspectos e información que va recogiendo el Sistema de Gestión de Calidad. Este particular tiene su “punto álgido” en la realización de las Revisiones del Sistema y el consiguiente análisis del periodo anual precedente, de modo que, generalmente, las organizaciones efectúan durante esta revisión su análisis de contexto (o adecuación del mismo) como punto de partida para la ejecución de su análisis principal de riesgos y oportunidades en relación a los aspectos principales que tienen o pueden tener influencia en la entidad. 


La “carga de profundidad” de este análisis de riesgos y su vinculación directa con la Revisión del Sistema, que por norma general está considerando para su valoración la probabilidad de ocurrencia del suceso por el grado de su impacto en el caso de su “materialización”, se sitúa en su fuerte relevancia para el planteamiento de los objetivos y mejoras de la empresa para el siguiente periodo anual. De este modo todo el proceso de la planificación estratégica de la organización se encuentra vinculada con el principio de gestión del riesgo y el modelo preventivo para a primer plano dentro de los Sistema de Gestión de Calidad. 


De un modo lógico y como consecuencia del carácter dinámico de los actuales Sistemas de Gestión, el análisis de riesgo y oportunidades deberá ser actualizado a lo largo del año a medida que la información del propio sistema vaya modificándose y evolucionando o las condiciones externas a la entidad así lo demanden*.


Observación*. Este particular lo “hemos vivido”, tristemente, todos los que nos dedicamos a la consultoría de calidad durante el año 2020 como consecuencia del impacto del COVID-19 en los primeros meses del año y que conllevó que en la práctica totalidad de las organizaciones se efectuase una fuerte modificación de sus actuaciones programadas para dicho año como consecuencia de la necesidad de “reorganizar” sus recursos para hacer frente a las necesidades presentadas por dicha pandemia.


Como colofón decir que este “nuevo” principio ha conllevado la necesidad de un replanteamiento profundo de los Sistemas de Gestión acompañado tanto de adecuaciones documentales y cambio en las dinámicas de análisis de datos e información recabada así como la necesidad de realizar actuaciones formativas prácticamente “a medida” de modo que los diferentes responsables “aprendieran” a gestionar este principio en sus empresas.


“Cuando veas un negocio exitoso, alguien alguna vez tomó una difícil decisión”.

Peter Drucker, padre estadounidense de la gestión moderna del Management

 

Autor: J. Daniel Blanco


 



Daniel Blanco. Consultor de Calidad y Estrategia con experiencia de más de 20 años en trabajos en múltiples organizaciones facilitando la implementación y mantenimiento de Sistemas de Gestión, principalmente calidad bajo el marco de las Norma ISO 9001 así como la integración de los mismos en la estrategia empresarial de la organización siempre considerando los objetivos de la Dirección y los recursos disponibles.

www.dbcalidad.blogspot.com

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