viernes, 27 de enero de 2023

Introducción a la competencia y evaluación de los auditores

¿Qué competencia deben tener los auditores que van a realizar una auditoría de un Sistema de Gestión? ¿Debemos evaluarlos antes y después de realizar la auditoría? ¿Es obligatorio hacerlo? Intentaré responder en este artículo, estas y otras preguntas asociadas, con la finalidad de entender cómo dar respuesta a este requisito de las normas.

Para poder establecer una metodología concreta en relación de cómo determinar qué competencia deben tener y evaluar a los auditores, se deberá tener en cuenta los requisitos que se deben cumplir.

A continuación se muestran los requisitos que establecen las normas ISO en relación a la evaluación de auditores en los sistemas de gestión de calidad (ISO 9001:2015), gestión ambiental (ISO 14001:2015) y gestión de seguridad y salud de los trabajadores (ISO 45001):

Según el apartado 9.2.2 c) de la norma ISO 9001:2015 establece que “La organización debe seleccionar los auditores y llevar a cabo auditorías para asegurarse de la objetividad y la imparcialidad del proceso de auditoría.”

En el apartado 9.2.2.b) de la norma ISO 14001:2015 establece que “La organización debe seleccionar los auditores y llevar a cabo auditorías para asegurarse de la objetividad y la imparcialidad del proceso de auditoría.”

Finalmente, en el apartado 9.2.2 c) de la norma ISO 45001:2018 establece que “La organización debe seleccionar los auditores y llevar a cabo auditorías para asegurarse de la objetividad y la imparcialidad del proceso de auditoría.”

Si se siguiera analizando las normas ISO asociadas a otros sistemas de gestión, actualizadas a esta estructura de alto nivel, se llegaría a la misma conclusión. 

Pero, no sólo nos tenemos que quedar con ello, sino que al final de los apartados anteriormente enumerados, existe una nota a la que hace referencia a la norma ISO 19011 "Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión" con la finalidad de ampliar la información sobre los requerimientos que deben tener en relación a competencias y evaluación de los auditores, así como de cómo se deben desarrollar las auditorías.

Por lo tanto, si se consulta el apartado 7 "Competencia y evaluación de los auditores" y más concretamente el subapartado 7.1 "Generalidades" de la norma ISO 19011:2018 "Directrices para la auditoría de los sistemas de gestión", podremos determinar los siguientes aspectos a tener en cuenta a la hora de establecer la competencia, así como las metodologías de evaluación de los auditores.

La competencia de los auditores

Para que el proceso de auditoría sea eficaz y pueda lograr los objetivos propuestos es imprescindible que todas las personas que participen en el proceso sean competentes, es decir, conozcan al detalle los diferentes procesos de la empresa, así como cada uno de los requisitos de la norma del sistema de gestión a auditar. Por lo tanto aplica a todos los auditores que intervengan en el proceso, así como el responsable del sistema de gestión a evaluar.

La competencia del auditor debe evaluarse periódicamente considerando los siguientes aspectos:

- El comportamiento personal del auditor. La forma y educación con la que un auditor se comporte, puede llegar a facilitar o dificultar mucho el proceso de auditoría. Contra más amigable, colaborativo y con ganas de ayudar se muestre, los resultados del proceso ayudarán a la mejora del sistema y al cumplimiento de los objetivos establecidos en el programa de la auditoría.

- Las habilidades adquiridas a través de la educación y la experiencia laboral. Es imprescindible que el auditor conozca en base a sus estudios y experiencia profesional cómo funcionan los diferentes procesos de la empresa, ya que deberá entender y evaluar si se está realizando bien o mal. Una persona que no tenga experiencia y conocimientos en procesos industriales químicos, no debería auditar este tipo de empresas ya que no sabrá entender las explicaciones que el responsable de proceso. Por lo tanto no dispondrá de los criterios técnicos necesarios para verificar si se está realizando adecuadamente y si cumple con la legislación vigente que sea de aplicación.

- La capacidad para aplicar los conocimientos. Este punto está relacionado con el anterior. El auditor, además de determinar posibles desviaciones e incidencias, debe proporcionar una "ayuda" sobre posibles soluciones para mejorar el sistema. Para ello, contra más experiencia disponga en auditar procesos concretos, más posibilidades de encontrar posibles desviaciones y de proporcionar a la empresa una asesoría de cuál sería la mejor solución para su corrección.

- La formación como auditor y la experiencia en auditorías. El auditor, no sólo debe conocer en detalle, los requisitos de la norma, sino que debe conocer cómo se deben aplicar y qué evidencias comprobar en relación a unos procesos específicos. Contra más experiencia disponga de unos determinados procesos, más hábil será para entender las evidencias y encontrar hallazgos, cuya posterior corrección permitan a la empresa mejorar su sistema de gestión. 

Para que el proceso de auditoría sea realmente una herramienta útil que permita la mejora continua del sistema, y cumpla con las necesidades del programa de auditoría y sus objetivos, es imprescindible determinar cuáles deben ser las competencias que debe disponer el auditor y/o el equipo auditor.

Algunos de los conocimientos y habilidades son comunes a los auditores de cualquier disciplina de sistema de gestión; otros en cambio son específicos de disciplinas de sistemas de gestión individuales. Puede ser habitual encontrarse en el equipo auditor de dos integrantes, uno que se centre en unos determinados procesos, más genéricos y comunes a todas las organizaciones, y otro que conozca en detalle los procesos productivos de la empresa, ya que deberá disponer de los conocimientos técnicos y específicos. Lo que se tendrá que evaluar que en su conjunto quede cubierta la competencia de los auditores para abarcar todos los requisitos de la norma asociados a todos los procesos de la empresa que estén descritos en el alcance de la auditoría.

En estos casos, sólo es posible, si la empresa puede ofrecer dos interlocutores que vayan proporcionando a cada auditor las explicaciones y evidencias que solicita. En ese caso, el tiempo de la auditoría puede llegar a reducirse, aunque en coste seguramente no, ya que el precio de la auditoría con uno o dos auditores varía.

Los auditores deberían desarrollar, mantener y mejorar su competencia mediante el desarrollo profesional continuo y la participación regular en auditorías. Las evidencias de la mejora de su desempeño deben solicitarse y almacenarse tal y como se indique en el procedimiento.

De igual modo, para que el proceso de auditoría sea una herramienta eficaz de mejora continua, será necesario también gestionar y controlar las competencias del responsable de gestión. En este caso, como se corresponde a un trabajador de la empresa, se indican sus funciones, así como su evaluación de desempeño dentro de los procedimientos de funciones del personal, formación y competencias, como cualquier otro puesto de trabajo.

La evaluación de los auditores

"La evaluación de la competencia del auditor debería planificarse, implementarse y documentarse para proporcionar un resultado que es objetivo, coherente, imparcial y fiable." 

El proceso de evaluación debería incluir cuatro pasos principales:

1. "Determinar la competencia requerida para cumplir las necesidades del programa de auditoría."

2. "Establecer los criterios de evaluación."

3. "Seleccionar el método de evaluación apropiado."

4. "Realizar la evaluación."


El resultado del proceso de evaluación debería proporcionar la siguiente información:

- La selección de los miembros del equipo auditor. 

- La determinación de la necesidad de mejorar la competencia.

- La evaluación continua del desempeño de los auditores.


Las empresas que dispongan de un sistema de gestión implementado, deberán disponer de procedimientos que expliquen la metodología a seguir en relación a la selección y evaluación de los auditores. Estas metodologías y procesos se aplican, habitualmente, a la selección y evaluación de los auditores internos, independientemente sean externos (subcontratación de la auditoría) o internos (trabajadores capacitados para hacer auditorías independientes a los procesos a auditar).  

Los auditores que realizan las auditorías externas de certificación de los sistemas de gestión, deben estar acreditados y disponen de una metodología de evaluación exhaustiva, mediante titulaciones, exámenes y demostración de la experiencia en determinadas auditorías. Las empresas deben pedir las acreditaciones de los auditores para asegurarse que disponen de la competencia adecuada y garantizar el éxito del proceso.

En posteriores artículos explicaré, siguiendo como guía, las recomendaciones de la norma ISO 19011: 2018, el desarrollo de las metodologías y/o criterios a seguir en relación a:

- Competencia de los auditores y auditores jefe
- Competencia del responsable del Sistema de Gestión
- Métodos de evaluación de los auditores
- Criterios de evaluación de los auditores



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