Todos en algún momento hemos oído hablar en las noticias sobre el Pacto Mundial, la Agenda 2030 y de la necesidad y obligación por parte de los Gobiernos y empresas de respetar los Derechos Humanos promulgados por la ONU, el respeto por el medioambiente y crear una sociedad y economía sostenibles. En este artículo os voy a intentar relacionar de una manera simple la relación que tienen los conceptos anteriores y cómo se genera la necesidad de implementar en las empresas un Sistema de gestión de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Está al orden del día, y en este punto, todo el mundo está de acuerdo que la sociedad debe ser respetuosa con:
- El medioambiente, el consumo responsable, crecimiento y economía sostenible...
- Los Derechos Humanos, protección de personas, vivir dignamente...
La propuesta “Pacto Mundial (Global Compact)” fue
iniciada por el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, en 1999. Surgió con
el objetivo de conseguir una economía sostenible, global e integrada,
basada en la ética y la transparencia. Esta iniciativa se apoya en 10 principios que integran los derechos
humanos, los derechos laborales, medioambiente y la lucha contra la corrupción, con el objetivo final de
incorporar una nueva Responsabilidad Social Corporativa (RSC) a los más altos niveles de las empresas.
En el siguiente esquema podéis visualizar de una forma global su repercusión en los estados y en las empresas públicas y privadas:
Dicha iniciativa, voluntaria y participativa,
parece ser la respuesta al desarrollo sostenible, a los problemas originados por la globalización, el logro de los objetivos
mundiales de la ONU, el acceso a los
conocimientos, y la responsabilidad cívica corporativa, mediante el diálogo y
la colaboración conjunta, entre otras herramientas.
Por este motivo, todos los responsables que hacen posible que funcione el motor económico de un país (las empresas y los estados) tienen que tener la responsabilidad de aplicar un proceso en la empresa para integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos, en sus estrategias y procesos productivos.
De momento, es voluntario, y por supuesto, tiene un coste, y no todas las empresas (privadas y públicas) están dispuestas y/o se lo pueden permitir.
En este punto, es donde entran los Estados de los países, ya sea mediante la aprobación de legislación específica que regule el cumplimiento de ciertos aspectos sociales, ambientales y éticos; o bien incorporando bonificaciones económicas a las empresas que cumplan las especificaciones de la RSC.
Para asumir esta responsabilidad, por parte de las empresas y estados, los líderes mundiales adoptaron el 25 de septiembre de 2015, un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una agenda sostenible (Objetivos de desarrollo sostenible ODS). Cada objetivo tiene metas específicas y deben alcanzarse en los próximos 15 años (la siguiente es en 2030), de ahí la Agenda 2030. De este modo, los estados se han comprometido a cumplir unos objetivos y unas metas concretas; por lo tanto, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) ha evolucionado de voluntaria a ser un compromiso a realizar.
A nivel de empresa ¿Cómo nos afecta?
Primero de todo, las empresas ya están cumpliendo, en parte con los diferentes aspectos, acatando la legislación que regula los contratos y condiciones de trabajo, los derechos de las personas vulnerables (niños, embarazadas, discapacitados...), los impactos ambientales generados por la empresa, las regulaciones específicas de las diferentes actividades y sectores empresariales... Desgraciadamente, hay países que disponen de una legislación y una regulación más estricta que otros. El incumplimiento de la legislación por parte de las empresas o por parte de los individuos puede conllevar a grandes multas o incluso condenas (viene regulado en las mismas); este hecho hace que la sociedad disponga de unos mínimos.
Por otro lado, como he mencionado anteriormente, los estados en su afán de cumplir con su compromiso, bonifica a las empresas, para que incorporen en su estrategia empresarial y en sus procesos la Responsabilidad Social Corporativa. Para ello, las empresas deben solicitarlo y evidenciar documentalmente su compromiso con la RSC. Existen varias empresas conocidas que ya lo tienen implementado, ya que el disponer de SGRSC les permite una mejora e la imagen corporativa, captación y fidelización de clientes, mejora de las relaciones con los sindicatos y administraciones públicas, acceso a nuevos segmentos de mercado, aumento de la notoriedad en el mercado de clientes, buena publicidad...
Responsabilidad Social Corporativa
El Observatorio de Responsabilidad Social corporativo define a la Responsabilidad Social Corporativa (RSC), o a veces llamada responsabilidad Social empresarial (RSE), como la forma de dirigir las empresas basadas en la gestión de los impactos que su actividad genera sobre los clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, el medio ambiente y sobre la sociedad en general. Por lo tanto, las empresas tienen la responsabilidad de identificar y analizar los impactos sociales, ambientales y éticos, generados al desarrollar su actividad en la sociedad.
¿Qué supone la RSC para las empresas?
Supone que las empresas deben realizar prácticas de negocio transparente y basadas en valores éticos, integrando en sus actividades tradicionales la preocupación por el medioambiente y la sociedad. De esta manera se tienen en cuenta, en la toma de decisiones, las obligaciones y compromisos legales y éticos, nacionales e internacionales con los grupos de interés que derivan de los impactos que la existencia en el lugar físico, de la actividad (procesos) y de la operación de las organizaciones que producen en el ámbito social, laboral, ambiental y de los derechos humanos.
¿Cómo implementar un sistema de gestión de Responsabilidad Social Corporativo (RSC)?
La ISO nos facilita una guía general que puede aplicarse a cualquier tipo de empresa, en la que nos facilita el desarrollo documental, de los diferentes aspectos a tener en cuenta para implantar /implementar el sistema de gestión. Esta norma es la ISO 26000. Además la norma dispone de una estructura que resulta fácilmente integrable con las otras normas ISO de sistemas de gestión como son la ISO 9001:2015, ISO 14001:2015, ISO 45001:2018... Facilitando el trabajo e integrando documentos. Dependiendo del sector y de la actividad de la empresa, se pueden disponer de otras normas complementarias que faciliten y evidencien la RSC como son UNE-ISO 37001:2017 Sistemas de
gestión anti-soborno, UNE-ISO 20400:2017 Compras
sostenibles, UNE 165001:2002 EX Ética.
Requisitos de los instrumentos financieros éticos y socialmente responsables, UNE 165002:2014 Responsabilidad
social. Responsabilidad social e Infancia...
Debemos recordar que la RSC es de carácter voluntario, pero a pesar de ello, el sistema de gestión se puede certificar por una entidad acreditada. La certificación se denomina IQNet SR10.
En publicaciones posteriores ya os comentaré qué procedimientos realizar, qué herramientas utilizar (GRI)...
Además de las normas iSo existen otras normativas que nos permiten tanto ayudarnos a implementar un SGRSC como a certificarlo.
Autora: Adriana Gómez Villoldo
Interesante artículo que expone de manera clara como pueden y deben evolucionar las empresas para el bienestar de toda la sociedad de los paises.
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