Uno de los aspectos que debemos tener en cuenta para realizar una buena gestión de la empresa, es la planificación, el control y la disposición de los recursos de la empresa, ya sean materiales, humanos y económicos, entre otros. En este artículo os mostraré los diferentes tipos de recursos que deberemos gestionar y el motivo por lo que son necesarios.
Entendemos los recursos de la empresa como todos aquellos elementos que se necesitan en una empresa para que ésta pueda realizar sus actividades y lograr sus objetivos a corto, medio y largo plazo.
Debido a su importancia, la norma ISO 9001:2015 dispone requisitos para gestionarlos. Es decir, la empresa deberá establecer metodologías con la finalidad de identificar, planificar y controlar los diferentes recursos de la empresa.
A continuación se definen los recursos de una organización:
Es decir, cuando pensamos en recursos, habitualmente pensamos en los recursos tangibles de la empresa; es decir, que son físicos, se pueden tocar, almacenar, desplazarse... Nos referimos a los recursos tangibles a los siguientes:
Recursos económicos-financieros: nos referimos a estos recursos como la cantidad de dinero que dispone la empresa, incluyendo los bienes, capacidad de financiación externa, capacidad de endeudamiento... Naturalmente es uno de los más importantes, ya que sin ellos no se puede desarrollar ninguna actividad, estrategia, acción...
Recursos humanos: los trabajadores de la empresa permiten que las diferentes actividades, acciones, estrategias... se lleven a cabo; por lo tanto, su gestión es vital para el correcto funcionamiento de la empresa. Asignar al personal correcto (teniendo en cuenta la experiencia, la capacitación, la formación y la información) para realizar una determinada tarea es vital para optimizar las tareas y los procesos. Además se debe establecer un criterio claro para la definición de las funciones por puestos de trabajo, la planificación, coordinación y asignación de tareas. Además en este punto, debemos incluir, la metodología y criterios a seguir para la incorporación de nuevo personal, en el caso de necesitarlo; se deben establecer los requisitos para que el perfil se ajuste a las necesidades de la empresa.
Recursos materiales: nos referimos tanto a la infraestructura que resulta necesaria para desarrollar la actividad. Por ejemplo, los bienes muebles e inmuebles, la maquinaria, equipos, herramientas, los vehículos, los materiales del inventario, las materias primas, los productos acabados...
Recursos tecnológicos son aquellos que permiten administrar algunos de los activos de la empresa, por ejemplo, los sistemas que nos permiten administrar las bases de datos y la información en la empresa. Por lo tanto, son aquellos sistemas, procesos y conocimientos que permiten desarrollar las diferentes actividades de los procesos siguiendo una metodología concreta.
Por otro lado, disponemos de los recursos intangibles, que son más difíciles de identificar, pero no por ello, no existen. Cuando nos referimos a recursos intangibles son aquellos recursos que no se pueden tocar como son la información, el talento humano, el conocimiento, los recursos de innovación, creatividad, de reputación...
Cada uno de los recursos de la empresa, pueden considerarse una ventaja competitiva, siempre y cuando sea una fortaleza de la empresa, respecto a otras empresas del mercado.
En algunos casos, con la finalidad de aumentar el posicionamiento, se estudia la posibilidad de ejecutar una estrategia que potencie algún recurso y éste favorezca el rendimiento de la empresa creando una ventaja competitiva. Tenemos que pensar que para aplicar cualquier estrategia, se debe:
- analizar muy bien los beneficios estimados que va aportar a corto, medio y largo plazo.
- las acciones que serán necesarias para poder implementar la estrategia
- los recursos tanto materiales, humanos y económicos que serán necesarios, y la amortización del coste a corto, medio y largo plazo.
- la planificación de las acciones y los recursos en el tiempo.
Previamente, antes de la toma de decisiones, deberemos analizar mediante informes y estudios, sobre la viabilidad de aplicar una determinada estrategia para potenciar alguno de los recursos, y estimar el tiempo necesario para recuperar el coste invertido en el despliegue de la estrategia y los posibles beneficios que se puedan obtener.
Por ejemplo, una empresa, para obtener una ventaja competitiva respecto a las demás empresas, decide modernizar la maquinaria, con la finalidad de aumentar el rendimiento y disminuir los costes de producción. A corto plazo deberá realizar una inversión cuyo coste deberá ser amortizado, y por lo tanto, sólo obtendrá el beneficio esperado a medio o largo plazo. Si la empresa, inicialmente, tras el análisis de viabilidad, estima que el riesgo a corto plazo debido al endeudamiento es muy alto, y en el caso que no se obtengan los beneficios esperados, se pueden tener daños irreparables o no asumibles por la organización, se deberá o bien cambiar de estrategia o variar la planificación o la metodología a seguir, con la finalidad de mitigar el riesgo.
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